Juicio por el homicidio de “Cacho” Espinosa
Caso Espinosa: Las querellas, divididas por Segundo
Una querella pide su absolución y la otra solicita perpetua para Domingo Segundo. Mañana viernes alega la Fiscalía y la próxima semana la defensa. El veredicto de los jueces será a principios de Mayo.
PUERTO MADRYN. Las querellas presentaron alegatos dispares sobre Domingo “Mingo” Segundo, uno de los acusados por el homicidio de Raúl “Cacho” Espinosa, el empresario pesquero asesinado la noche del 30 de enero de 2003.
En la jornada de alegatos del juicio oral y público efectuada el jueves, la acusación sobre Segundo por parte de las querellas fue disímil. Por un lado, el abogado Victorio Fassio pidió su absolución. Para el letrado de Alicia Martinez, primera mujer de Espinosa, y sus hijos Máximo, Victoria y Sebastián, no existen pruebas que permitan acusarlo.
“En la etapa instructoria y en la elevación a juicio, esta querella incriminaba a Segundo como autor material del homicidio de Raúl Rubén Espinosa. La acusación de la querella se apoyaba en la declaración de Gabarrus y los testimonios de testigos de identidad reservada. Lo cierto es que en el debate se han visto desvirtuadas esas declaraciones en las cuales se apoyó esta querella. Este proceso está imbuido de grandes sospechas. Por ejemplo, testigos afirmaron que hasta le daban droga y que tenían que imputar a Segundo”, sostuvo Victorio Fassio en sus alegatos.
“Se ha acreditado que el momento era de oscuridad. No interpretamos que Gabarrus ha querido engañar a la justicia, pero si se engañó al percibir”, aseguró el letrado, quien dijo que “no hay elementos como para vincular a Segundo, desisto de la acusación”. “Adhiero a la imputación que pueda efectuar el Ministerio Público Fiscal”, finalizó Fassio.
La otra querella acusa a Segundo, Araujo y Guevara
En cambio, “Mingo” Segundo fue acusado por el abogado Matías Cimadevilla, querellante de Lorena Gabarrus, pareja de Espinosa al momento del homicidio. “Ha sido una investigación brillante la que llevó la policía. No hay investigaciones tan prolijas y certeras como la que se llevó en este caso. El caso estaba resuelto a fojas 10. Empezaron a cambiar jueces, fiscales, denuncias, retractaciones y así pasaron 12 años” valoró el letrado.
“Este fue un crimen por remuneración. Acá al señor Espinosa no se le robó nada. Fue cometido por dos o más personas”, aseguró el abogado, quien entendió que “la calificación del hecho es homicidio agravado por promesa de remuneración y la participación de dos o más personas. Solicito perpetua para Segundo, Araujo y Guevara en calidad de coautores”. Un dato es que en la elevación a juicio, la querella solamente acusaba a Segundo.
Mañana alega la fiscalía
Los alegatos comenzaron pasadas las 10 horas, en la sala de la Cámara Penal de Puerto Madryn, con una hora de retraso por demora del letrado trelewense Martín Castro, codefensor junto a Fabián Gabalachis de Remiguio Guevara. Previo al comienzo de los alegatos, se realizó la incorporación de prueba por lectura, tal cual lo establecía el anterior Código Procesal Penal. El trámite judicial duró más de una hora.
Los tres acusados, Ademar Araujo, Domingo Segundo y Remigio Guevara, decidieron no declarar. Solamente Segundo afirmó que se ajustaba a la declaración que dio el día que lo detuvieron. El debate continuará mañana jueves desde las 9 horas con los alegatos del fiscal Daniel Báez; y por la defensa de Segundo, el doctor Lucio Brondes, mientras que el próximo lunes tocará el turno de los restantes abogados defensores. El veredicto del Tribunal, integrado por los jueces José García, Patricia Reyes y Marcelo Nieto di Biase, se podría conocer a principios de Mayo.
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El caso
Raúl “Cacho” Espinosa fue asesinado la noche del 30 de Enero de 2003 frente a su domicilio, cuando iba en compañía de su pareja, Lorena Gabarrus. El empresario de la pesca descendió del vehículo y, cuando se disponía a cerrar el portón, lo llamaron por su apodo y le pegaron un disparo en su pecho. Pese a la herida mortal, Espinosa luchó contra su agresor y en el lugar quedó “una billetera color marrón con distintos papeles en su interior dinero y un DNI a nombre de Ernesto Ojeda” que portaba el agresor.