Tras la inspección ocular del Tribunal y las partes en la zona donde se demarcó el camino que habría afectado a una colonia de pingüinos en el interior de un campo al norte de Punta Tombo, la audiencia continuó en la sala del Superior Tribunal de Justicia.
El primer testigo en declarar fue Soledad Díaz Ovejero. Estaba a cargo de Logística de las áreas protegidas del Ministerio de Turismo. Se refirió a como se administran y ejecutan los planes de manejo y zonificación. Dijo que Punta Clara es la " zona núcleo" de toda la zona de pingüinos de la Patagonia Sur y que el cuidado de la fauna silvestre le corresponde al Estado provincial.
Afirmo que al momento de dar cumplimiento al requisito de “participación ciudadana" para el plan de manejo realizado entre los años 2014 y 2015, se informó a los propietarios de las tierras, pero que personalmente no estuvo a cargo de esa gestión.
El defensor Federico Ruffa planteo posibles derrames cloacales de los baños públicos de la confitería y dependencias de los guardafaunas, además de un tendido eléctrico que afectaría nidos de pingüinos. La testigo afirmó que para la explotación turística del lugar se realizan mejoras de manera permanente, pero que no son estructurales que podrían afectar al medio ambiente.
También declaro Romina Lujan Turco guarda fauna en Punta Tombo. Dijo que realizó un informe sobre la presencia de ganado vacuno y sus consecuencias "negativas" dentro de la colonia de pingüinos. Afirmó también que en un segundo informe realizado en febrero del año 2022 el avance del ganado vacuno pastoreando se había extendido a zonas intangibles de pingüinos.
Los informes los elevo a sus autoridades superiores en donde también constaba el uso de motos para el arreo de ese ganado. Admitió, sin embargo, que “no existen límites formales demarcados” sobre las distintas actividades a realizar en el lugar.
Ante preguntas de la defensa, la testigo admitió que en búsqueda de agua, las vacas bebían aguas servidas originadas en el centro de interpretación y que guardafaunas usan un vehículo UTV para recorrer la colonia.
Carla Poleschi, trabajo 8 años en Punta Tombo y luego continuo como guardafauna en la zona, durante su exposición dio cuenta de cómo funciona el ciclo biológico del Pingüino de Magallanes y como la especie interactúa con otras aves del lugar. Dijo que Punta Clara “es un lugar de reproducción, la zona de Pingüinos, comienza en Río Negro y finaliza en el Sur de Chile, existen 63 colonias de pingüinos en la Patagonia y en Chubut se encuentra la mayor concentración. Refirió, que durante el mes de septiembre arriba el macho de la especie para preparar el nido, en octubre ponen los huevos y finalizando noviembre y principio de diciembre se producen los nacimientos, ambos adultos se turnan para el cuidado de los nidos en forma permanente. El lugar constituye una zona núcleo de biosfera, los trabajos que se pueden realizar en la zona deben ser sustentables. En relación con los movimientos de suelo y la cría de ganado vacuno, no concuerdan porque es una zona sensible por la presencia de nidos de Pingüinos y fauna costera, una zona de alta densidad. El dato que no fue menor es que Punta Clara, biológicamente cuenta con una mayor concentración de Pingüinos. En la misma línea ilustro al Tribunal como sería la forma correcta para colocar los alambrados en zonas de reserva, en principio, la primera hilada deber tener una altura mínima de 55 cm, dejando que el Pingüino circule libremente y el segundo alambrado debe estar a una altura de 85 cm, donde se coloca el hilo conductor con 24 volts, altura que permite repeler el ganado vacuno. Explico que el sistema debería ser utilizado por guarda faunas que activen y desactiven la corriente, así afecta menos el resto de animales silvestres. Al finalizar reconoció informes como suyos, los que fueron incorporados como prueba
Juan Duro es ingeniero forestal con amplia trayectoria en funciones públicas. Se refirió a la reserva de biósfera Patagonia Azul, que va desde el sur de Comodoro Rivadavia hasta Isla Escondida, al norte. Ante preguntas de la acusación, el testigo no supo determinar el límite norte de esta reserva de biósfera declarada por la UNESCO.
Luego declaró José Pendón, un abogado con funciones en al área administrativa del Estado, donde se piden y luego se presentan, estudios de impacto ambiental, además de las formas y requisitos para realizarlos. Dijo que no recibió estudios o informes de impacto ambiental por parte del imputado Ricardo La Regina para la ejecución del camino motivo del presunto delito que ahora es ventilado en juicio oral y público.
El testigo admitió que al momento de la construcción de numerosos cascos de estancias en una vasta zona costera del Chubut, no se pidieron estudios de impacto ambiental, “aunque no es lo mismo la ejecución de un casco, a un camino ejecutado sobre nidos de pingüinos”, aclaró ante una pregunta puntual de la fiscal general Florencia Gómez.
-Producido por el Área Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal del Chubut, Oficina Rawson.