Uno de los principales elementos presentados durante el proceso, y que llevó a la conclusión sobre la presunta responsabilidad de Gastón Béjar como autor de la muerte de Bruno Rodríguez Monsalve, fue motivo de discusión durante el juicio oral que se desarrolla en la cámara del crimen, sexto piso del edificio de tribunales en Trelew.
Es que cuando el Ministerio Público Fiscal intentó producir durante debate la escucha telefónica, en la que un jóven develaría quien había matado a Bruno, el defensor del acusado, Gustavo Latorre presentó una solicitud de nulidad para tal procedimiento, aduciendo que se violaron las mandas constitucionales que protegen la privacidad de las personas, sosteniendo que el teléfono intervenido no pertenecía a ningún imputado, sino a un posible testigo, explayándose sobre el particular con el fin de no permitir la posibilidad de hacer valer una de las principales pruebas a tener en cuenta.
El fiscal genera Fabián Moyano rechazó el pedido defensivo, señalando que fue el propio Juez Defranco quien autorizó a realizar las escuchas pertinentes, en el marco del artículo 181 del código procesal, resultando imposible a tres días de sucedido el hecho saber si se trata de un imputado, ya que de ser así no se necesitaría proceder de esa manera. De todas formas, el abogado defensor expuso algún escrito efectuado posteriormente a tal autorización judicial, donde se mencionaría al jóven involucrado como testigo.
La posición de Latorre fue calificada por el doctor Moyano como extemporánea, a partir que tal elemento fue incluído en el comienzo del proceso como prueba, y así se comunicó a las partes, no recibiendo en ningún momento ninguna objeción a tal presentación. Ante esto, serán los jueces que deberán revisar la situación, decidiendo comunicar la resolución al comienzo de la jornada de mañana, miércoles, en que continuará el juicio oral y público a partir de las 9, tal lo dispuesto por el cuerpo colegiado.
En la tarde de ayer, además de esta incidencia, se escuchó justamente a la madre de uno de los jóvenes, quien dijo que su hijo se enteró por ella misma de la muerte de Bruno, si bien su hijo le expresó que había participado de una reunión en esa noche, permaneciendo hasta las dos de la mañana. "Cuando lo fui a despertar estaba bastante borracho", dijo la señora, relatando que le balearon la casa el mismo día, seguramente en represalia a lo sucedido y nunca mas tuvo problemas.
Entre los deponentes estuvo un oficial de policía que actuó en los procedimientos, tomando declaraciones filmadas de los familiares de Bruno, contando como éste llegó a su casa y se desplomó, producto de las heridas sufridas, aquel 26 de marzo de 2012. Una de las particularidades de su declaración tuvo que ver con la falta de colaboración evidenciada para brindar mayores datos a la policía, llegando a decir que en momentos que efectuaba una entrevista a la madre de Bruno, alguien del entorno le dijo: "no les digas nada".
Bruno Rodríguez Monsalve era testigo protegido en la causa que involucró a policías de la seccional segunda en delitos de abuso y apremios ilegales, y se había trasladado al sur, de donde regresó con el fin de realizar trámites documentales unas semanas antes de su deceso. De acuerdo a la acusación, Béjar lo habría ultimado a puñaladas, luego que la víctima se apoderara de una netbook y otros elementos que serían de su pertenencia.