En una audiencia de control realizada el sábado en horas de la tarde, la jueza Patricia Asaro, determinó el arresto domiciliario de Carlos Peralta, imputado de haber producido el disparo por el que permanecía en grave estado Gabriel Cárdenas, tras haber impactado el proyectil de un arma calibre 22 larga en su cabeza.

  De acuerdo a lo manifestado por el Fiscal General César Zaratiegui, estaría comprobada la probabilidad de autoría, a partir de las entrevistas policiales efectuadas, donde al menos dos testigos refieren haber visto manipular el arma al imputado, luego de haber compartido bebiendo durante un largo espacio de tiempo.

  El hecho ocurrió en las primeras horas del sábado 19 de enero en Edwin Roberts al 400, y de acuerdo al relato fiscal, los que atestiguaron indican haber escuchado el disparo, e inclusive alguno indica la posibilidad de tres. Posteriormente, el mismo Peralta habría acudido solicitando llamar a una ambulancia, señalando que Cárdenas se encontraba herido.

  Al arribar la policía, se llevaron adelante las actuaciones, donde se toman las declaraciones y se procede a secuestrar el arma, con tres cartuchos, encontrándose  otros cuatro que llevaba encima el imputado.

  Zaratiegui dijo que la calificación provisoria es la de lesiones graves, agravadas por el uso de arma de fuego, artículos 90 y 41 bis del Código Penal. Consideró presente la probabilidad de autoría y argumentó el peligro de fuga, teniendo en cuenta las características del hecho, el daño causado, encontrándose la víctima con riesgo de perder la vida y la expectativa de pena, solicitando la prisión preventiva por el término de siete días, en los cuales se espera reunir mayores elementos que permitan confirmar lo sucedido en aquella madrugada.

  La defensa, ejercida por María Angélica Gómez Lozano, expuso que no se observaba una probabilidad cierta de autoría, ya que ninguno de los testigos habría presenciado el preciso momento del disparo, no existiendo elementos de convicción suficientes. Pidió la libertad de su cliente, ofreciendo a la vez a un testigo presencial, indicado por el propio Peralta, que sería primo de la víctima.

  Sin embargo, el fiscal dejó entrever que ninguno de los que estuvieron en el lugar hacen alusión a esta persona, reafirmando que a quien vieron manipular el arma es justamente a quien fue traído como imputado a la audiencia de control.

  La Jueza, Patricia Asaro, tuvo en cuenta la probabilidad de autoría para dejar abierta la investigación por el plazo legal, y si bien resaltó la gravedad de lo acontecido, resolvió que Peralta cumpla la medida de coerción en forma domiciliaria, por el término de siete días, en que su situación será revisada, para con nuevos elementos que puedan presentar las partes intervinientes, tomar una determinación sobre la continuidad de la medida de coerción, y en todo caso se verá bajo que modalidad.