Juicio oral y público por amenazas agravadas y daño

La semana pasada se concretó un debate oral y público por los delitos de amenazas agravadas y daño que tiene como condenado a dos años de prisión de cumplimiento efectivo a Ives Miguel Rodríguez. Luego de producida la prueba en su alegato final el representante de fiscalía solicitó se declare al imputado Rodríguez penalmente responsable del delito de “amenazas agravadas por haber sido cometidas de manera anónima y daño simple”, todo ello “en concurso real”, y asimismo sea “declararlo reincidente por segunda vez”. Por su parte la defensa no cuestionó la materialidad del hecho, pero sí la autoría en cabeza de su asistido por lo cual solicitó “su absolución”.

Finalmente, el juez penal integrante del tribunal unipersonal resolvió condenar al imputado a la pena de dos años de prisión efectivos luego de declararlo culpable de “amenazas agravadas por haber sido cometidas de manera anónima y daño simple, todo ello en concurso real”, y asimismo lo declaró “reincidente por segunda vez”.

El primero, ocurrido el día 22 de febrero de 2023, cuando siendo aproximadamente las 15:00 horas, Ives Miguel Rodríguez se comunicó desde un número con identificación privada y de manera anónima con la víctima, a su número, y le profirió amenazas de diversos tipos.

El segundo hecho ocurrió el día 15 de marzo de 2023, cuando siendo las 02:05 hs., Ives Miguel Rodríguez concurrió al domicilio ubicado en la calle Dorrego al 1.100 de esta ciudad, donde se encontraba estacionado sobre la vía pública el vehículo Fiat, modelo Uno Sporting,

de color gris, propiedad de la víctima; y una vez allí roció el líquido inflamable que transportaba en un bidón en los neumáticos traseros y debajo del baúl del mencionado rodado, y mediante la utilización de un encendedor lo incendió, provocando la destrucción total del mismo, dándose la fuga posteriormente del lugar.

El procurador de fiscalía entendió que el imputado actuó con pleno conocimiento y voluntad de realizar estos hechos. Esto ha sido planificado, siendo el caudal probatorio suficiente para declarar la autoría y culpabilidad de Rodríguez.

En contraposición la defensa no objetó la materialidad del hecho, pero sí la autoría del mismo en cabeza de su defendido. Cuestionó las imágenes de los videos exhibidos y la autoría de Rodríguez de la llamada amenazante.

Actuó como integrante del tribunal unipersonal Martín Cosmaro, juez penal; el Ministerio Público Fiscal fue representado por Ricardo Carreño, procurador de fiscalía; en tanto que la defensa de Rodríguez fue ejercida por Janet Alderete y Juan Bill, abogados de la Defensa Pública.