Juicio por el robo a Joyería Fiorella II
El martes 10 de marzo comienza nuevamente el juicio por el robo a joyería Fiorella, esta vez por la imputada Mariana Mabel Molina, quién se encontraba con pedido de captura al momento de efectuarse el juicio, previo a este, y luego fuera detenida cuando realizaba una visita en una unidad penitenciaria. El juicio deberá realizarse de manera íntegra nuevamente ya que así lo establece el Código Procesal Penal, aunque no puede intervenir de nuevo el mismo Tribunal, o sea los Drs. Montenovo, Pintos y Miguel Díaz Velez, quienes intervinieron el año pasado en el juicio que se llevó a cabo sólo por Ricardo Fariña. Éste fue encontrado culpable, el 10 de julio del año pasado, del delito de robo doblemente calificado, por el resultado de las lesiones graves y por ser cometido con arma de fuego; y condenado a nueve años de prisión. El juicio está programado hasta el viernes 13 de el corriente mes.
El hecho aconteció el 26 de julio de 2007, aquella mañana, aproximadamente al las 9.30 hs., ingresan a local comercial, ubicado en la calle San Martín 292 en el cual se encontraban su propietario, Eduardo Simeóni junto a dos empleadas. En un primer momento ingresó Fariña, quien se dirigió raudamente hacia la oficina donde se encontraba el damnificado, abrió la puerta y pasó por detrás de los mostradores. En ese momento una de las empleadas le grita al damnificado “entró uno”, por lo que éste se paró y salió a enfrentar al imputado. Éste le efectúa al menos cuatro disparos con arma de fuego, impactando tres en el cuerpo de Simeóni; quien a modo de repeler la acción extrajo una pistola y efectuó cinco disparos contra Fariña, de los cuales dos dieron con su humanidad. Instantes posteriores ingresó a local Mariana Molina, quien redujo a una empleada y antes de retirarse ambos, sustraen de la caja fuerte once paños conteniendo piezas de oro, pulseras y gargantillas. Afuera, sobre la calle 9 de julio se encontraba otra tercer persona, de la cual no se pudo establecer su identidad, quien los estaba esperando a bordo de una motocicleta en duro, para emprender la huida.