El caso tomó relevancia porque se investigaba a una médica que realizó una interrupción del embarazo a una joven de 17 años. La paciente, días después y por complicaciones en su salud, perdió la vida. La acusación en su contra fue por aborto seguido de muerte y supletoriamente, por homicidio culposo, es decir por mala praxis. El juez absolvió a la médica por el delito de aborto. Tampoco la encontró responsable de la muerte. Sin embargo, a criterio del Tribunal, sí habría existido mala praxis...