La violencia de género no comienza con el acto que pone fin a la vida de la víctima, tampoco arranca con la primera golpiza, ni siquiera con un empujón. Desde antes puede detectarse una relación violenta y establecer límites a tiempo.
Los números son fríos, por más que detrás de cada cifra existan historias de dolor, confusión, miedo e impotencia. Las estadísticas de femicidios en nuestro país son alarmantes, preocupan y ocupan a organismos estatales y ONGs que trabajan en prevención,...