Se trata de una persona sin ocupación laboral fija que alegó no tener recursos para cumplir con la obligación alimentaria a la que se había comprometido. El juez penal concluyó que “no ha cumplido porque no ha querido, pudiéndolo hacerlo -al menos- en forma parcial” y que se evidencia un desentendimiento total respecto de su hijo. Por ese motivo se lo condenó a la pena de un mes de prisión en suspenso con costas por el delito de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
En 2001...