El Procurador Adjunto Matías Froment brindó detalles sobre el proyecto legislativo que busca regular en Chubut el uso de herramientas tecnológicas avanzadas en investigaciones penales, con especial énfasis en la figura del agente encubierto digital.
“En la provincia del Chubut se ha dado un paso significativo con la presentación de un proyecto de ley que incorpora expresamente esta figura”, señaló Froment. “Se trata de una herramienta ya utilizada en la práctica en otras jurisdicciones y países, pero que requería un marco legal claro a nivel provincial, especialmente para los delitos de competencia local”, detalló en el marco del Taller Internacional sobre Persecución Penal de la Narcocriminalidad, organizado por el Ministerio Público Fiscal junto a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)
La iniciativa establece condiciones, límites y garantías para su implementación, de forma compatible con el sistema acusatorio y los principios constitucionales. Según explicó Froment, la incorporación normativa del agente encubierto digital permitirá al Ministerio Público Fiscal actuar con mayor eficacia frente a fenómenos delictivos que han migrado al entorno digital, como el grooming, la distribución de material de abuso sexual infantil, la captación de personas para explotación sexual y las estafas virtuales.
“Esta figura permite a los investigadores ingresar, sin ser detectados, a espacios digitales donde se gestan estas conductas —como redes sociales, foros o plataformas encriptadas— y recolectar evidencia en tiempo real”, agregó.
Respecto a los requisitos legales, Froment remarcó que el uso de esta herramienta requerirá autorización judicial previa, mediante resolución fundada, en línea con los estándares constitucionales. El pedido debe ser formulado por el fiscal a cargo de la investigación, detallando con precisión el delito, el objeto, los medios a utilizar y los plazos. En casos de urgencia, se prevé la posibilidad de iniciar la operación con comunicación inmediata al juez penal, quien deberá resolver su validez a la brevedad.
El rol del fiscal es central: diseña la hipótesis delictiva, delimita la operación, supervisa su desarrollo y asegura el cumplimiento de los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. “La actuación del agente encubierto se realiza bajo conducción directa del Ministerio Público Fiscal”, indicó Froment.
Consultado sobre los desafíos que supone esta herramienta, el procurador adjunto distinguió dos planos: el legal y el técnico. En el primero, destacó la necesidad de asegurar la validez probatoria de lo actuado, evitar prácticas que puedan ser cuestionadas como provocación al delito, y garantizar el respeto de derechos fundamentales. En el segundo, remarcó la importancia de contar con personal capacitado, protocolos estrictos y tecnología forense adecuada para asegurar la trazabilidad y autenticidad de la prueba digital.
Finalmente, Froment expresó las expectativas positivas del Ministerio Público Fiscal frente a la próxima implementación de esta figura: “Esperamos una mejora sustancial en la detección temprana de delitos que hoy presentan grandes dificultades probatorias. Poder anticipar o interrumpir una conducta antes de que se consume el daño, especialmente en delitos contra niños, niñas y adolescentes, representa un avance estratégico en términos de protección de derechos y eficacia penal”.
