“Desde lo que pasó mi familia sufre enormemente, ya no somos lo mismo, el padecimiento de mi mujer y mis hijos es terrible. Creemos en Dios y en la justicia divina, pero ustedes son quienes deben impartir justicia acá y estas personas deberían pagar lo que le hicieron a Ismael”, expresó quebrándose el padrastro de Ismael Almendra, que a los 16 años resultó víctima de numerosas puñaladas, en un hecho ocurrido en el barrio Moreira 4 de Trelew, el 18 de junio de 2016, cuando tres individuos llegaron y le incendiaron su vivienda cerca de la medianoche. Antes, el hombre había manifestado que padecieron todas las audiencias hasta llegar hasta este juicio, y debieron soportar hasta como los imputados se le reían, sin importarles ni tomar conciencia del error cometido.
En la sala de audiencias del sexto piso de tribunales se lleva adelante el juicio oral y público con el cuerpo colegiado integrado por José García, Mirta Moreno y Sergio Piñeda, acudiendo por el Ministerio Público Fiscal el fiscal general Marcos Nápoli junto al funcionario de fiscalía Gustavo Núñez y Analía Acuña. Están acusados Cristian Llanos, Víctor Benítez y Mauricio Carrizo, quienes son defendidos por Abdón Manyauik, Lisandro Benítez y Sergio Rey respectivamente.
El testigo indicado comentó de algún altercado mantenido entre Ismael y Llanos unos días antes del hecho, por lo que le prestó atención y hasta lo condujo al hospital, habiéndose esforzado por tratar de aclarar esa situación. Ratificó en sus dichos lo declarado por el comisario Juan Carlos Núñez, contando como pudo reconocer a Benítez y de que manera le indicó a los policías presentes en el hospital acerca de la presencia de Benítez, en el mismo instante que había sido ingresado a la guardia el propio Ismael.
Los primeros testigos de la jornada fueron dos vecinos, que se encontraban cerca de donde se produjeron los sucesos aquella noche. Uno dijo que tomaba cerveza en el exterior de su casa junto a otra persona cuando de repente ve un resplandor, acercándose al sitio y observando como se incendiaba, tras haber escuchado el grito de una mujer. Observó como dos personas corrían hacia un descampado, pero luego vió salir de la vivienda afectada a tres individuos que se dirigieron a una de las calles aledañas. En ese interín vió salir a otro vecino que conocía en su automóvil, en tanto mientras trataban de auxiliar, se observó a un vehículo color blanco con varias personas adentro que se retiraba.
Justamente el vecino al que hizo referencia fue convocado posteriormente, comentando que el tenía un terreno aledaño al de Almendra, y aquel día había ido a controlar cuando advierte que había sido usurpado el lugar. Hizo la denuncia y volvió con la policía, percibiendo el enojo de quienes fueron sacados, tratándose de tres jóvenes, entre ellos Almendra, aunque este último no efectuó manifestaciones de ningún tipo. Señaló que decidió quedarse a cuidar su espacio solo hasta tarde, cuando en un instante de la noche ve llegar a tres individuos encapuchados con un bidón, con el cuál uno de ellos esparce líquido en el techo, mientras los otros dos rompían la puerta a patadas para ingresar. Ante esto, decide irse, con temor porque las cosas estaban pasando a mayores. Dijo además que al momento que trataba de alejarse vió como las tres personas subían en un escort blanco que los esperaba y prácticamente el circula algunos metros en la misma dirección hasta desviar a la casa de un familiar, donde cuenta todo lo que había pasado.
El debate que se lleva adelante pasó a cuarto intermedio hasta el martes 22 a las 8 en la misma sala de audiencias, que se continuará con la convocatoria de nuevos testigos. Cristian Llanos, Víctor Benítez y Mauricio Carrizo están acusados de homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores, conforme a los artículos 80 incisos 2do. y 6to. y 45 del código penal.