De acuerdo a lo informado por los defensores de los diez acusados en el Juicio Oral y Público que investiga la muerte del jóven Julián Gonzalo Antillanca y los apremios ilegales en perjuicio de los hermanos Aballay, mañana podría finalizarse la presentación de testigos convocados por esta parte, previendo que restan unas seis personas en tal carácter.

  Mientras tanto, hoy se completó una nueva jornada, la número trece de la audiencia de debate, donde se redujo notablemente el número de testigos ofrecidos, que según lo comunicado ayer, iban a ser cerca de veinte, previendo un número similar para mañana. Sin embargo, la defensa hizo saber que mañana culminarían con esta etapa, dando lugar luego al ofrecimiento documental de prueba, para posteriormente pasar a los alegatos, los cuales seguramente tendrán lugar la próxima semana.

  Uno de los testimonios esperados para esta mañana tenía que ver con el médico legal, Luis Didolich, generándose una incidencia a partir de la oposición del Ministerio Público Fiscal, representado por los doctores Mirta Moreno y César Zaratiegui, debido a un informe presentado oportunamente, donde el profesional haría consideraciones sobre el peritaje realizado por el médico forense Herminio González. Tal lo ocurrido en otras oportunidades durante el mismo juicio, la Fiscalía junto a la querella particular, ejercida por los defensores públicos, María Angélica Gómez Lozano y Carlos Pericich, propuso que no se admita esta posibilidad.

  La defensa argumentó la necesidad de contar con el testimonio sobre ese informe, hablando de antecedentes en diversas causas, pero el Tribunal, de acuerdo a lo resuelto anteriormente, solo dió lugar a la posibilidad de preguntas generales que podrían servir como una opinión calificada, no ya de un peritaje realizado, sino de situaciones hipotéticas presentadas, acordando con lo decidido por el doctor García cuando elevó la causa a juicio. Así las cosas, el doctor Didolich detalló técnicamente sobre golpes y heridas producidas en determinadas circunstancias, ante preguntas efectuadas por los abogados Fabián Gabalachis y Gustavo Latorre, sin poder particularizar en el caso traído a juicio.

  La parte acusadora solo efectuó una pregunta que versó sobre la necesidad de contar con todos los exámenes, desde lo externo y lo interno, para lograr complementar un análisis serio y preciso, a lo que el facultativo respondió afirmativamente, habiéndose aclarado anteriormente que no tuvo posibilidad de trabajar profundamente en este sentido, mas allá de haber mencionado ante una consulta que los golpes se pueden verificar a través de muestras fotográficas.

  Luego fue el turno de algunos jóvenes que habían asistido la madrugada del 5 de septiembre de 2010 a uno de los boliches, recordando la manera que llegaron y se retiraron del lugar, y lo que habían visto aquella noche. También algunos de los allegados de los acusados depusieron en la oportunidad, contando como fue aquella madrugada, cuando los mismos llegaron de trabajar.

  El padre de uno de ellos, residente en Rawson, comentó que envió un mensaje a su hijo a determinada hora, recibiendo como respuesta un llamado, tomándose entónces los números telefónicos correspondientes, ante un requerimiento en tal sentido de la Fiscal Mirta Moreno. Fue el último en exponer ante las partes y el Tribunal, integrado por Alejandro Defranco, Ivana González y Ana Laura Servent, que convocó para mañana a las 9, dando continuidad al Juicio Oral y Público.

  Se espera la comparecencia de los testigos anunciados, habiéndose desistido de varios de ellos, en acuerdo de las partes. Las jornadas tienen lugar en la sala de audiencias de la Cámara Penal, ubicada en el sexto piso de los Tribunales en Trelew.