Javier Rossi reconoció que hizo una maniobra imprudente y le pidió disculpas a Pablo De Mónaco y las hizo extensivas a su familia. Presente en la audiencia, con pantalón corto y muletas, la víctima de lo ocurrido, lo escuchó atentamente. La aceptación de esas disculpas fue la conclusión de un mensaje fluido y espontáneo, también dirigido a la sociedad para que se cumplan las normas de tránsito.
“No considero que esto haya sido un accidente. Javier -así te voy a llamar-, si hubieses tenido que frenar por otro auto o un animal que se te hubiese cruzado, entonces involuntariamente te hubieses pasado de carril, eso sí hubiese sido un accidente. Pero voluntariamente decidiste cruzar la doble línea amarilla en la curva señalizada con carteles. Si crees que tus intereses son más importantes que las normas que rigen la sociedad, ahí estamos en problemas. Necesito que esto no vuelva a pasar y que haya una pena ejemplificadora para la sociedad. No puedo por ejemplo pasar un semáforo en rojo porque estoy apurado. Es importante que quede claro que todo esto salga a la luz y que, con lo que nos pasó, la gente saque algo positivo. Porque nosotros de positivo no sacamos nada, yo me tendré que acostumbrar de andar con una gamba menos. Pero tengo que agradecer que estoy vivo, por el tipo de indumentaria que llevaba, porque una persona con ropa común se muere. Y entonces estaríamos frente a un homicidio. Tuvimos suerte y lo estamos resolviendo de la mejor manera. Te acepto las disculpas, pero necesito que cuando mi hija esté manejando, porque le falta muy poco para que lo haga, no se cruce con vos. O que la gente asuma que estas cosas no deben ocurrir más”.
-Producido por el Área Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal del Chubut.

