El hecho se caratuló como “homicidio agravado por uso de arma en concurso con homicidio agravado en grado de tentativa” y la pena será de efectivo cumplimiento. Así lo dispuso el tribunal compuesto por los doctores García, Defranco y Zaratiegui, quienes a través de una comunicación a las partes por correo electrónico, notificaron la condena de 25 años para Jorgelina Domínguez Reyes por el crimen de Candela Gonzalez. La resolución se dio a conocer a la condenada en el domicilio donde se encuentra con arresto domiciliario.
Cabe recordar, que el Ministerio Público Fiscal, fue representado por los fiscales generales Arnaldo Maza y Maria Tolomei junto al funcionario de fiscalía Enrique Kaltenmeier. Los cuales expusieron oportunamente que el ataque fue sorpresivo e inmediato y se realizó de manera insistente y brutal, mientras Candela intentaba escapar corriendo para salvar su vida. En cuanto a los motivos especificaron que no existieron más que los de demostrar su pretendido poder y en tal sentido debía poner las cosas en orden. Se enfatizó que merece altísimo grado de reproche, habiéndose registrado dos hechos, uno de ellos consumado con la muerte de Candela y otro en grado de conato, cuando intentó también acabar con la vida de su amiga, a quien mientras disparaba le gritaba: “a vos también te voy a matar…”.
Consideró la parte acusadora también el daño causado a la madre y el resto de la familia de la menor víctima, que estaba en condiciones de llevar adelante un proyecto de su vida, lo cual quedó frustrado por este hecho. Del mismo modo se valoró la problemática que afronta quien acompañaba a Candela, quien padece todo tipo de trastornos a partir de aquel momento. Manifestaron que en cambio Jorgelina no demostró en ningún momento ningún tipo de arrepentimiento y por el contrario durante todo este tiempo se abocó a presionar y hostigar a víctimas, testigos y familiares, en forma directa o a través de terceras personas, lo que quedó demostrado en el transcurso del juicio, con el fin que testigos mutaran sus declaraciones en sentido de su conveniencia.
Con estas argumentaciones oportunamente el Ministerio Público Fiscal consideró que la pena adecuada para imponer a Jorgelina Domínguez Reyes sería de 30 años de prisión de efectivo cumplimiento, solicitando además el decomiso del vehículo Peugeot 206 utilizado aquella fatídica tarde con el fin de trasladarse hasta el escenario de los sucesos. Por su parte, el patrocinante de la querella, Federico Espiro adhirió a esta última medida pedida por fiscalía y luego de evaluar lo sucedido y probado durante el debate, solicitó al tribunal una pena para la imputada de 35 años de prisión.
La defensa
Por otra parte, el defensor Lisandro Benítez expuso que su defendida efectuó reiterados pedidos de disculpas a la familia de Candela y puso como atenuante que Jorgelina tiene cuatro hijos, quienes están sufriendo las consecuencias de la situación por la que atraviesa la madre, y recordó que se encuentra además cursando un embarazo de alto riesgo. Aseguró que no tiene antecedentes penales, está cumpliendo con el arresto domiciliario y no tiene vínculos cercanos con la víctima. Pidió mas adelante que se considere la emergencia carcelaria decretada por el gobierno provincial, al expresar que no hay dependencias en condiciones de albergar mujeres. Finalmente sugirió al cuerpo colegiado que se imponga el mínimo de pena, esto es 10 años y seis meses de prisión.
El relato del suceso.
De acuerdo a la hipótesis fiscal, Jorgelina planificó cada parte de esta ejecución buscando la eficacia en el golpe y tratando de lograr su impunidad, teniendo como propósito emitir un mensaje de poder, de autoridad, ejerciendo la potestad de querer eliminar a quien ella quiere, haciendo que la vean todos y dando a entender que la ley no la alcanza, manejando a todo el mundo incluyendo a los padres de la propia víctima. Con ese criterio su intención fue matar a quien desafía a la líder, y a tal fin necesitó la ayuda de al menos Nicolás Almendra, quien sabiendo lo que hacía, intervino consiguiendo el arma, durante el hecho contuvo por la fuerza a la amiga de Candela y después conduciendo el automóvil para alejarse y también haciendo desaparecer el arma.
La fiscalía realizó una amplia exposición apoyándose en una proyección que fue mostrando la conformación de grupos antagónicos con encuentros previos donde se produjeron incidentes, destacando dos de ellos, el último producido en enero de 2017 en la laguna cuando Candela y su amiga son agredidas por la propia Jorgelina. El día 28 de abril Candela se cita para una pelea a mano limpia con una de las integrantes del otro grupo, quien le manifiesta por redes sociales que iría acompañada por su tía pero que no intervendría, justamente Jorgelina Domínguez. Al día siguiente, llegan a la plaza cinco personas, entre ellas los acusados, quienes habrían utilizado dos autos, un fiat palio que no tenía buen arranque y un Peugeot 206 con el cuál llegan al lugar, ambos propiedad de la imputada principal.
En la plaza estaban Candela, junto a sus dos amigas, una de las cuales decide dirigirse en moto a casa de la madre de la víctima para llevar unas compras y es en ese instante cuando se produce el arribo del otro grupo y el hecho por el cual se da muerte a Candela, e intentan hacer lo propio con la amiga, tras lo cual todos huyen, luego que Nicolás Almendra acomodara el vehículo para permitir un rápido alejamiento. Se dirigen de allí a una vivienda donde se encontraba la pareja de Jorgelina, cambiando nuevamente el automóvil y con el fiat palio van a la casa de la madre en barrio Menfa, donde la autora de los disparos se lavaría las manos con orina para evitar las pruebas correspondientes a la búsqueda de restos de pólvora.
Producido por el Área de Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal.