Una tan confusa como contradictoria exposición efectuó uno de los testigos convocados para deponer en el Juicio Oral y Público donde se intenta dilucidar la muerte de Julián Antillanca, además de los apremios ilegales padecidos por los jóvenes Aballay, ambos casos ocurridos en la madrugada del 5 de septiembre de 2010 en Trelew. La audiencia de debate se desarrolló en su sexta jornada en las instalaciones ubicadas en calles 9 de julio y Pellegrini, donde tiempo atrás funcionaba la escuela 759.
A las 9,45 el Tribunal dió inicio a las deliberaciones con la presencia de todas las partes involucradas, incluyendo los acusados, nueve policías que prestaban servicio en la seccional cuarta y Gabriela Bidera, quien está acusada de intentar obstaculizar la investigación con sus declaraciones, todos defendidos por los abogados particulares Fabián Gabalachis y Gustavo Latorre.
Las deposiciones de quienes cumplieron funciones en la seccional cuarta en oportunidad de los hechos ventilados en este juicio brindaban la posibilidad de ir teniendo una idea acerca de la responsabilidad que le cupo a cada uno, además de intentar precisar los tiempos y las distancias recorridas, además de las circunstancias en las que a cada uno le tocó actuar. Así, el cabo primero Julio Quintulén era el disponible de esa dependencia a quien le habían asignado la recorrida por calle Pellegrini.
Estando en esa tarea se entera de una persona tirada en Rivadavia y Patagones, siendo avisado luego que un móvil lo pasaría a buscar para verificar tal situación, cosa que ocurrió cerca de las 7,20, según manifestó, cuando fue recogido en Pellegrini y El Cármen por el vehículo policial 234 conducido por el cabo 1ro. Morales. Todo esto fue ratificado ante la imágen de un mapa donde se lo consultó por las distancias y los tiempos utilizados.
"No recuerdo"
La frase salía en forma casi automática ante cada pregunta realizada por los acusadores, respondida por el oficial administrativo Adolfo Carballo, que estaba de franco en la mañana del 5 de septiembre y fue llamado para tomar entrevistas relacionadas con el caso Antillanca.
Esa falta de memoria llevó al Ministerio Público Fiscal a solicitar se escuchen los conceptos vertidos por el testigo a través de una grabación tomada en ocasión de haber prestado declaración en la misma Fiscalía. Sucede que si bien el audio mencionado no puede ser valorado como prueba, debido a la falta de juramento, lo escuchado sirvió para contrastar con su reiterado olvido.
Hipótesis y deducciones
En ese sentido, se pudo saber que en la policía se manejaba la hipótesis que involucraba a integrantes de una familia residente cerca de donde fue encontrado Julián, con algunos antecedentes penales, pero debió reconocer la posibilidad que la existencia de una contienda hubiera necesitado de la participación policial. Allí menciona a Solís, Abraham y Córdoba, pero también nombró a Héctor Delgado, un testigo que en su oportunidad solo dijo que había visto de lejos un disturbio en el horario de salida de los boliches, sobre la zona de rotondas.
Una de las tantas controversias entre las preguntas y las respuestas, con los audios de por medio, se generó cuando al no recordar una vez mas, se hace escuchar el audio donde manifiesta que habían participado los nombrados, expresando en esta oportunidad que se trataba de una deducción. El Fiscal Zaratiegui le preguntó si recién lo deduce ahora, justificándose en que tal vez no se explayó en aquel momento por lo intenso del interrogatorio de la Fiscal General, Mirta Moreno, quien a su vez le indicó que fue una extensa charla la mantenida como para poder explayarse.
Posteriormente, la patrocinante de la querella, María Angélica Gómez Lozano le consultó como había deducido entónces la participación de Delgado, un empleado de seguridad en el interior de uno de los boliches, explicando el oficial que en otras oportunidades lo hacía, por eso suponía aunque no lo había visto. Lo cierto es que se evidenció la existencia de otra pelea en la cuál habrían tenido protagonismo los policías del servicio adicional ayudados por Delgado.
De acuerdo a esa hipótesis, se les habría ido la mano y debieron buscar donde depositar el cuerpo, tal lo escuchado en la grabación. Aún así, Carballo no recordó ésto, aunque sí reconoció que era él quien hablaba en la misma. También se confrontó su olvido con el tema de los videos cedidos por el shopping, pudiendo recordar luego que hubo varias copias, una en manos de la oficial Evans y otro destinado a la Brigada de Investigaciones.
Finalmente el testigo, luego de las contradicciones, grabaciones, falta de memoria y deducciones, admitió que actualmente se encuentra detenido en la Alcaidía Policial, justamente donde también están alojados algunos de los acusados en este juicio.
Ante un requerimiento del Ministerio Público Fiscal, dijo no haber mantenido contacto con alguno de ellos, en tanto la defensa le hizo una sola pregunta consistente en si había recibido algún tipo de amenazas teniendo en cuenta su testimonio en este juicio, respondiendo en forma negativa. Adolfo Carballo, ahora con el cargo de subinspector, es uno de los imputados en la causa donde se investigan vejámenes y abuso en perjuicio de un menor como partícipe necesario, hecho ocurrido en la seccional segunda de esta ciudad.
Informes y testigos
Entre los ocho deponentes de esta jornada, pasó también la Oficial Administrativa Silvana Evans, quien refirió que fue el comisario Sandoval el que la asignó como secretaria de la causa Antillanca, ratificando la hipótesis que involucraba a una familia. Acá se conoció un informe de la oficial Córdoba sobre lo sucedido en el posible disturbio donde fue detenido Aballay, cerca de las 4,20, aunque sin hacer mención sobre esa incidencia.
Nuevamente vuelve a aparecer "chiquito" Delgado, quien es mencionado como testigo por Córdoba en su informe, y luego Evans verificó mediante el acta respectivo que el mismo servidor de seguridad habló de dos peleas, una pasadas las 4 y otra a las 6,20, según se expresa.
Pericias
El primero en exponer había sido el Doctor Gustavo Zorrilla, un perito médico que tuvo a su cargo el análisis de alcoholemia y la recolección de elementos para ser enviados a la pericia genética. En este aspecto, ratificó lo expresado por el profesional Daniel Corach, en un contacto mantenido mediante video conferencia.
Preguntado por el defensor Gabalachis acerca de los resultados del primero de los análisis mencionados, manifestó que la medida encontrada era de 2,10 por litro, lo que significaba un posible estado de ebriedad, siendo asimilado por cada individuo de acuerdo a la respuesta de su organismo. Confirmó haber participado activamente de las pericias y confeccionó un informe aclaratorio, ante las consultas efectuadas sobre sus resultados.
Sigue mañana
Pasadas las 16 se dió por finalizado el debate, determinando el Tribunal integrado por los Doctores Defranco, González y Servent , un cuarto intermedio hasta mañana a las 9 para darle continuidad al juicio oral y público. Se espera la presencia de quienes formaban parte de la cúpula policial para testimoniar ante las partes. Hoy se desistió de algunos testimonios, en tanto otros no comparecieron ante la convocatoria para hoy, entre ellos el subcomisario Vargas, quien secundaba a Sandoval en la dependencia policial involucrada en estos hechos, debiendo presentarse también mañana.