En una jornada donde las exposiciones de los testigos fueron extensas, la presencia de los integrantes de la cúpula policial de aquel momento concitaron la atención en el Juicio Oral y Público que investiga la muerte de Gonzalo Julián Antillanca, ocurrida el 5 de septiembre de 2010. La expectativa tiene que ver en las responsabilidades asumidas por los jefes principales, además de las actuaciones que sobre el particular llevaron adelante.
Madeira
La situación se tornó tensa cuando tocó el turno del comisario Juan Carlos Madeira, ante las consultas efectuadas por los Fiscales, la necesidad de recurrir a la documentación introducida en los expedientes y las objeciones continuas, principalmente de la defensa. A todo esto, se sumó la actitud de nerviosismo y fastidio demostrada por el jefe policial, que muchas cosas no recordaba, generándose un clima tedioso que obligó a permanentes reprimendas del Tribunal presidido por el Juez Alejandro Defranco.
La aparición de Bidera
El nudo del interrogatorio se dió principalmente cuando hizo referencia a la aparición de la señorita Bidera, informando que tuvo conocimiento sobre los deseos de ésta para declarar solo con la presencia del Jefe de Policía. Dijo que pudo dar con ella un día domingo, y allí recordó detalles de la conversación mantenida por la jóven con Castaño, Cruz y él mismo, contando que la misma manifestó que no quería verse involucrada debido a que una amiga así lo estaba haciendo, y era todo una mentira, pidiéndole le hiciera el aguante ya que le habían ofrecido plata y una vivienda.
Luego, siempre refiriéndose a los dichos de Bidera, señaló que esa noche había ido con su niña al barrio Etchepare y cuando regresó a las siete de la mañana a la vivienda de su compañera, estaba durmiendo. "Yo no salí con esa chica, yo salí sola, dijo Bidera en esa charla", agregó Madeira.
Recuerdos selectivos
La Fiscal General Mirta Moreno no dejó de expresar su extrañeza que buena parte de las cosas no las recordara y precisamente esta declaración en la comisaría las tenga tan frescas y precisas. "Es que fue lo mas importante que ocurrió en el caso Antillanca dentro de la Unidad Regional Trelew", justificó el testigo. Pero cuando el Doctor Zaratiegui le preguntó quien le había ofrecido plata y casa a quien dice haber observado el momento en que Antillanca era bajado del móvil policial, Madeira contestó: "La verdad que no sé, no lo recuerdo"; pero usted no consideró este dato como trascendente?, insistió el Fiscal, "no podría decirle, la verdad no me acuerdo justo de esto", finalizó el jefe policial.
Las impresiones y la experiencia
Sin embargo, volviendo a recordar, dijo que había llevado al Mnisterio Público Fiscal a la declarante en dos oportunidades, y ante preguntas de la defensa señaló su impresión que se había encontrado con otra persona cuando la fue a buscar nuevamente. "Se notaba que había llorado, se la veía nerviosa y me dijo que había sufrido un apriete", aseveró el testigo, quien expuso ante las partes durante mas de dos horas. "Yo tengo 29 años de servicio y he tomado declaraciones a muchísimos testigos, y de acuerdo a esa experiencia puedo decir que ella no mentía", sentenció Madeira, preguntado por el defensor Latorre sobre su impresión.
Desde el Ministerio Público Fiscal le preguntaron sobre el padre de la acusada Bidera, quien asumió la jefatura del comando radioeléctrico. La pregunta concreta fue cuando se produjo tal asunción, para admitir que podría haber sido luego de la exposición de la jóven. También habló sobre un video relacionado con el caso Aballay, proveniente del shopping de Trelew, cuando dijo que sabía de su existencia pero no lo había visto hasta el momento de su exhibición en la audiencia de control donde detuvieron a un integrante de la fuerza, comentando a su vez su parecer sobre el particular.
" Me pareció una caída"
Antes, y concretamente sobre el caso Antillanca, hizo saber que llegó al lugar donde fue encontrado su cuerpo y le llamó la atención no ver signos de posibles peleas o escaramuzas alrededor, haciéndole presumir esto que se trataba de un golpe padecido por la víctima. Contrastó esto, tal lo observado por la parte acusadora, con lo expresado por el Director de Seguridad de la Provincia, Luis Baez, cuando dió cuenta al deponer en este juicio sobre los signos de violencia en el rostro de Julián, acordando con el resto de la cúpula, el indicio de un presunto homicidio.
Un fotógrafo intermediario
Luego llegó el turno del comisario Cruz, segundo Jefe de la Unidad Regional al momento de los hechos, ratificando haber sido él quien recepcionó la inquietud de Gabriela Bidera, primero a través de su madre, y luego personalmente, para ponerla a disposición del Jefe de la Unidad y del propio titular de la policía de la Provincia. Tal vez el dato aportado es que cuando se lo consultó sobre quien habría ofrecido plata y vivienda a la testigo protegida, de acuerdo a lo manifestado por la acusada Bidera, respondió que creía haber escuchado el nombre de un fotógrafo que trabaja en un medio gráfico de esta ciudad.
Sin embargo, no aclaró si fue una iniciativa de esta persona, indicando su deducción sobre la posibilidad de tratarse de un intermediario, no averiguando nadie de quien podría ser. También mencionó Cruz que la jóven fue llevada a la Comisaría para su declaración ante los Jefes, confeccionando luego dos informes, uno preliminar y otro mas amplio, constando los datos que fue anotando y dictando el Jefe Castaño. Requerido por la querella patrocinada por la defensa pública, el deponente consideró no haber tenido otra experiencia similar, donde alguien podría llegar a ofrecer dinero para que declare un testigo.
La más extensa
La intensa jornada, culminó cerca de las 18,30, quedando pendiente unos cuatro testimonios, entre ellos el del ex jefe de la policía, que seguramente hablará ante las partes hoy, cuando a partir de las 9 se reanude el Juicio Oral y Público, de acuerdo a lo dispuesto por el Tribunal integrado por los Jueces Defranco, González y Servent. Ayer se desistió de unos seis testigos y según pudo saberse, el viernes podría completarse la ronda testimonial de convocados por la Fiscalía y la querella, representada por María Angélica Gómez Lozano y Carlos Pericich.
Los restantes deponentes presentes en esta audiencia de debate, ocho en total, fueron integrantes del comando radioeléctrico que dieron detalles sobre aspectos del trabajo que realizan y el segundo jefe de la seccional cuarta, actualmente en la segunda, Néstor Vargas, quien se desempeñó, por otro lado, como agente preventor a cargo de la investigación.
Se puede rescatar algún dato sobre llamadas telefónicas al Comando, donde señalaban tener información sobre el caso Antillanca, los horarios de entradas y salidas de patrulleros, una cuestión en la que los defensores Gabalachis y Latorre remarcan intentando desvirtuar la hipótesis fiscal, referida a los espacios de tiempo utilizados, teniendo en cuenta los registros donde consta tal circunstancia.
Otro dato curioso brindado por Vargas es que, según expresó, se enteraron de los hechos ocurridos esa madrugada a través de los medios de comunicación, pidiéndose a partir de ese momento informes a quienes eran responsables de esa seccional y de su personal, pero sin recordar mayores detalles acerca de entrevistas realizadas y procedimientos efectuados.