Ante el pedido de las partes acusadora y defensora, los integrantes del tribunal de enjuiciamiento, doctores Adrián Barrios, Laura Servent y Francisco Orlando, solo dieron a conocer la parte resolutiva del veredicto correspondiente al juicio oral y público, donde se juzgó la conducta de Mauro Andrés Aguilar, un policía que prestaba servicios en la seccional tercera de Trelew.
En una sala que tal como ocurriera a lo largo de las jornadas en que se llevó adelante el debate, contó con la asistencia de integrantes del grupo familiar de las víctimas, fue la doctora Ana Laura Servent quien se encargó de leer la resolución, determinando la autoría penalmente responsable de Mauro Andrés Aguilar por el delito de homicidio en grado de tentativa, en perjuicio de César Martín y lesiones graves, en perjuicio de Marcelo Martín.
En sus respectivos alegatos, el Ministerio Público Fiscal, a través del fiscal general César Zaratiegui había solicitado se declare la culpabilidad de Aguilar por tentativa de homicidio, dos hechos, mientras el defensor Gustavo Latorre, pidió la autoría de su cliente como responsable de lesiones graves en ambas víctimas.
El fiscal Zaratiegui propuso que la cesura de pena se realice mañana, informando que no tenía previsto la concurrencia de nuevos testigos en tal sentido, lo que no tuvo objeción de parte del defensor, comunicando el presidente del tribunal que el correspondiente debate tendrá lugar a partir de las nueve.
El veredicto determinando la culpabilidad de Mauro Andrés Aguilar, refiere al hecho ocurrido el día 9 de diciembre de 2011 en Trelew, cuando cerca de las 18, el acusado se hizo presente portando el arma reglamentaria en el domicilio de los hermanos Martín, donde se encontraban otros integrantes de la familia y su ex pareja, Laura Vargas.
Allí, intentó agredir a César Martín, generándose un altercado donde participaron quienes trataban quitarle el arma y el propio agresor, quien alcanzó a producir varios disparos, dando algunos de ellos en la humanidad de César y uno en Marcelo, padeciendo ambos graves consecuencias.
Posteriormente, Aguilar se hizo nuevamente del arma, que había sido arrojada por Vargas al techo de una vivienda vecina, para luego de amenazar quitarse la vida, se descerrajó un disparo en su brazo izquierdo.