Los Jueces Adrián Barrios, Laura Servent y Francisco Orlando darán a conocer mañana a las 12,45 el veredicto, tras haber culminado la etapa del debate, en la causa donde se acusa a Mauro Andrés Aguilar por tentativa de homicidio, dos hechos, en perjuicio de los hermanos César y Marcelo Martín, en un hecho ocurrido el 9 de diciembre del año pasado en Trelew.

Materialidad y autoría

  El Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal general César Zaratiegui manifestó en su alegato dar por acreditada la materialidad y autoría de lo sucedido aquel día, cerca de las 18, efectuando un minucioso detalle de todo lo escuchado a partir de los testimonios, sumando las pericias y las pruebas documentales ofrecidas, para que los magistrados puedan evaluar al efecto.

Tentativa de homicidio

  Señaló el fiscal que era imposible la aceptación de cualquier otro tipo de calificación, precisando que el agresor fue consciente en todo momento de la acción emprendida, que terminó con las víctimas en estado de gravedad, salvando sus vidas solo por el trabajo de los médicos, apoyado ésto por la reacción familiar, que no permitió la continuidad de los disparos por parte de Aguilar.

  Sin embargo, el doctor Zaratiegui enfatizó además sobre la cantidad de disparos verificados, esgrimiendo los testimonios y los exámenes que permiten establecer al menos cinco disparos, si se toman en cuenta los realizados sobre el cuerpo de César y Marcelo Martín, mas el que se efectuó Aguilar en su propio brazo izquierdo, pero agregando uno que habría llegado a rozar en la cabeza del primero de los nombrados, dando cuenta de esto el propio afectado en su testimonio, mas allá de algunos exámenes que así lo refieren.

  Para Zaratiegui hay aspectos que echan por tierra la posibilidad de la emoción violenta, ya que el propio acusado llamó a Laura Vargas como su ex pareja, en tanto supo de la relación de ésta con Martín mucho antes y si bien amenazó con quitarse la vida poniéndose el arma en el mentón, tuvo la suficiente lucidez para finalmente dispararse en el brazo, mas allá de poder dialogar y amenazar a otro de los hermanos de las víctimas.

  Luego de cerca de una hora, quince minutos de alegato, el Fiscal solicitó que Mauro Andrés Aguilar sea declarado autor penalmente responsable del delito de homicidio en grado de tentativa, dos hechos.

La defensa 

Casi el mismo tiempo se explayó el defensor, Gustavo Latorre, quien refirió que la calificación correcta sería lesiones graves, argumentando que no podría hablar sobre la existencia de emoción violenta o que no esté acreditada la materialidad y autoría de su cliente en los hechos, que constan desde el momento que se confeccionó la primera actuación policial.

Aguilar

  Antes había declarado Aguilar, quien no respondió preguntas de las partes, pero sí pidió disculpas a los familiares entendiendo haber causado dolor, y aclaró ser un avezado tirador, capacitado en las escuelas policiales, trabajando sin inconvenientes y de buen grado en la institución policial, desde los lugares que se lo ha requerido.

  Recordó que la noche anterior habían estado cenando con Laura Vargas, acordando concurrir el mismo 9 de diciembre a una cena de la policía, junto con la hija que tienen, reconociendo además conocer a Martín de la época escolar, sabiéndolo uno de los amigos de Laura.

  Comentó que la estuvo llamando, y al no tener respuesta salió a buscarla, llegando al domicilio donde se desataron los sucesos. "No había estacionado aún cuando veo que se dan un beso en la boca, eso me enfureció...", expresó Aguilar, para luego aclarar que solo quiso dañar a César, no matar, si hubiera querido hacerlo lo podría haber efectuado sin inconvenientes.

Lesiones graves

  Justamente el defensor Latorre se apoyó en las palabras de su defendido, reconociendo los hechos, pero negando la intención de matar, apoyándose en un informe de criminalística, en la falta de riesgo para la vida de las víctimas y en las contradicciones, que según indicó, se dieron a lo largo de la deposición de los testimonios.

  El extenso alegato, donde además rechazó la posibilidad de un disparo a la cabeza, considerándolo poco serio, cuando no hubo exposición de perito médico en tal sentido, ni testimonios que así lo refieran, mas allá del brindado por Laura Vargas, culminó con el pedido de la autoría de Aguilar por el delito de lesiones graves.

La ley y los sufrimientos

  "El tribunal no puede evaluar por los sufrimientos que en mayor o menor medida sufren las víctimas, no puede evaluar por el sentimiento, por el dolor, ni por lo que pueda decir la opinión pública", aseveró enfáticamente el defensor, instando a los integrantes del tribunal a dejar de lado esos aspectos para que apliquen racional y estrictamente la ley.

Esfuerzo histriónico

  La réplica del fiscal se formalizó de inmediato, rechazando lo expresado por el defensor, en relación a la dirección de los disparos y el lugar del impacto. "El doctor Latorre ha hecho un gran esfuerzo histriónico para intentar dejar de lado todo lo que dicen los documentos y lo que se escuchó durante el juicio", dejando en claro que nunca va a aceptar que se le adjudique "falta de seriedad", al no convocar a un médico forense, cuestión en la cuál se pusieron de acuerdo las partes para agilizar el juicio.

Estrategia

  En la contra réplica, Latorre lo calificó como algo lógico ya que él no iba a preguntar si corrió peligro  la vida de los hermanos Martín, porque eso no va con los intereses de su cliente y que su estrategia no tenía que ver con los sentimientos de quienes resultan víctimas del hecho.

  En la sala se encontraban presentes, como en la mayor parte del juicio oral y público, las hermanas de César y Marcelo Martín, además de otros familiares, acompañados por integrantes del servicio de asistencia a la víctima del delito (savd). Algunas de ellas atestiguaron durante el debate, habiendo estado presentes en el lugar el 9 de diciembre.

Veredicto

 Posteriormente, los jueces comunicaron la decisión de dar a conocer mañana a las 12,45 el veredicto correspondiente, para luego seguramente llevar adelante la cesura o debate de pena.